jueves, 19 de noviembre de 2015

¿HACIA DÓNDE QUEREMOS IR?

Bombardear un país como Siria no es un ejemplo de  sentido común. Habría que ser mucho más selectivos en las medidas a tomar. Esto no ha sido más que una represalia inútil y una demostración de fuerza. Una propaganda para acallar un clamor popular de venganza, de atroz "justicia". Si de verdad esta fuese la solución y los objetivos fuesen reales y la clave del comienzo del fin del ISIS, hace mucho que se habría tomado y no se habría hecho esperar. Por desgracia esto no va a parar...

Si pensamos que el terrorismo justifica más muertes, daños colaterales como se empeñan en llamarlo algunos y que nos da derecho al resto del mundo a dar nuestra aprobación a matar, estamos muy equivocados. Ayer muchos de los que compartían citas de Ghandi o la madre Teresa en las redes sociales, hoy aplauden bombardeos...

Vivimos un momento en el que el miedo, la impotencia y la rabia invaden nuestras emociones por el dolor de unos atentados que hoy sacuden nuestra seguridad y bienestar porque han dejado un reguero de muertes de inocentes a su paso. Siempre sufren los mismos en esta barbarie indiscriminada, injustificada, pero consecuencia en parte por las decisiones tomadas en los despachos, en los lobbies financieros más elevados, desde los gobiernos que un día decidieron vender armas, comprar petróleo u omitir ayuda a aquellos países que también padecen el terrorismo y el dominio injusto, pero no sólo hoy, el 11-S, el 11-M o el 7-J... sino un día sí, el otro también.

La guerra de Irak fue un mal ejemplo de cómo combatir una amenaza. Ni había armas de destrucción masiva ni las loables pretensiones de derrocar el régimen imperante y liberar al pueblo del genocida Sadam, han creado un estado de progreso ni un sistema garante de libertades democráticas. Para lograr eso ha quedado demostrado que se necesitan mucho más que armas y "buenas intenciones". Que no se puede entrar a un país con la vitola de libertadores o defensores de la paz global, justificando armas que nadie ha visto y abandonarlo luego a su suerte sumido en el completo caos. Ahí, desafortunadamente, aunque la presencia de España fuese casi testimonial, estuvimos como país. Ninguno de nosotros lo eligió... Aunque uno sí que lo hiciese, contra viento y marea.

Me cuestiono seriamente si el dinero, el puro interés económico, la excusa de mantener el orden mundial lo cambia todo. Si el miedo justifica una defensa desproporcionada. Si estas cosas exoneran a las naciones de la responsabilidad de la historia. Si no estamos construyendo un mundo más injusto para muchos con la excusa de mejorar sólo nosotros.

miércoles, 24 de junio de 2015

DE ESPAÑA Y SUS COSAS...

El término medio ideal entre la anarquía y la tiranía debiera ser la democracia, pero tal como se ha creado ha pasado a ser un invento para que unos pocos se enriquezcan a costa del resto...
Me siento cansado de banderas, patriotismos intolerantes , nacionalismos utópicos, protestas y pitadas al himno español... Me resisto a la imagen trasnochada, carente de matices, de una España de curas, toreros y fascistas y también de  republicanos, antimonárquicos y defensores del amor libre. Deberíamos vivir más el presente, respetarnos, seguir esforzándonos en perdonar y no recordar constantemente lo malo del ayer, si aún no lo hemos logrado.

Que sí, que soy español y soy feliz por el accidente de haber nacido aquí, pero cambiar el pasado ya no es posible. También admito que fue hermoso ver ganar un mundial y dos eurocopas a la selección, tal como lo fue, hasta con lágrimas, cuando Fermín Cacho hace más de veinte años ganaba el oro en el kilómetro y medio, superando al ingente universo kenyata, por citar algún ejemplo de los innumerables.

Pero el verdadero motivo por el que me siento orgulloso de ser español es por su gente, por encima de los logros deportivos, la historia, el clima, la gastronomía... Me enorgullece saber que en el país en el que nací existen personas dispuestas a entregar en favor de otros, aquello que es más valioso: su tiempo, esfuerzo, ayuda y hasta una parte literal de sí mismos.
Tal vez muchos lo sepan, pero pienso que son noticias de las que se habla muy poco:

-España es líder mundial de trasplantes desde 1992 y una vez más en 2014, superó su récord, elevando la cifra a 4.360 pacientes trasplantados.

-Más de 200.000 personas de colectivos en riesgo de exclusión social, han obtenido empleo en los últimos cuatro años, a pesar del complicado panorama laboral tras pasar por Cruz Roja Española.

-A través de múltiples plataformas se han logrado combatir injusticias de todo tipo en nuestro país.

-Numerosas ongs siguen luchando por amortiguar los efectos devastadores de la "crisis", ayudando a las familias sin recursos, luchando por "parchear" las grietas de un sistema en el que parece no cabemos todos.

Estas acciones que rebosan humanidad, sí revelan las grandezas de un país que sin duda demuestra ser solidario.

El camino por recorrer es muy largo y no será completo hasta que cada persona que vive en nuestro país pueda alcanzar la autosuficiencia, una vida digna, al margen de las ayudas.
Sería deseable la igualdad de oportunidades, no la igualdad por la igualdad. No puedo lograr aquello por lo que no he luchado, igualándome a otro que sí ha empleado dedicación y esfuerzo. Si alguien alcanza una titulación, un empleo bien remunerado o un tratamiento para sanar, que no sea por la "dicha" de pertenecer a una élite, astutamente perpetuada y conservada por el favor de los poderes del gobierno. Un estado con una Constitución que aboga por la igualdad y progreso de sus ciudadanos, no puede apostar por la privatización de los servicios fundamentales, reservándolos a una "minoría" y condenando al fracaso académico, laboral y sanitario al resto.
Alguno dirá que en un colegio público también se forma y hay personas que se labran una buena formación y alcanzan el éxito profesional, aunque sea en el extranjero. Y también que muchas personas reciben tratamientos apropiados y exitosos en la Seguridad Social, cosa de la que doy fe... Sí, es cierto, algunos o muchos si se prefiere...pero suponer que esto es así y que depende sólo de la voluntad de la persona es tapar el sol con un dedo y obviar las deficiencias y carencias de un sistema profundamente ahogado por los recortes.

Existen muchas formas de ser irrespetuoso, deliberadas o no. La prudencia y tomar la actitud de no ofenderse fácilmente, son decisiones sabias en un país libre, -afortunadamente -, en el que hablar es gratis.

Muchos también consideramos ofensivo que un partido político prometa un programa, no lo lleve a cabo y pretenda mantener su posición en el poder contra viento y marea. Me viene a la mente la célebre frase del admirado y querido Adolfo Suárez de "puedo prometer y prometo", que fue estandarte de la transición, y llego a entender que ese es el motor de la política, la promesa hilvanada con una hábil y fluida verborrea unida a nuestro deseo de creerla.

Al hilo de la actualidad, coherencia de Zapata, correcta dimisión y disculpa pública que deberían zanjar la polémica y ser suficiente. Ha pedido perdón y se ha marchado. Lo único que se puede reprochar es su dudoso gusto humorístico... Ya no queda nada más, de un horrible y ofensivo chiste que no es suyo y que publicó hace más de cuatro años...Ojalá otros partidos mostrasen esa misma coherencia y aunque sólo fuese por el pudor de verse descubiertos, se marchasen con dignidad.
No pocos se amparan y justifican con el "y tú más ", olvidándose de que eso es lo mismo que decir "yo también "... Exigimos en los políticos una ejemplaridad idílica olvidándonos de que también son personas, seres imperfectos... La hemeroteca revela un sinfín de despropósitos de algunos de nuestros políticos y yo no creo escaparme del error de haber dicho algo de lo que posteriormente me ha tocado arrepentirme.
Lo intolerable e incomprensible es prolongar el abuso de los partidos mayoritarios a modo de injusto premio para ellos, pero merecido castigo para la mayoría de los votantes , anulando las ventajas del sistema democrático. Si me engañas una vez tú eres el culpable, pero si me engañas dos o más la culpa es mía.

Creo que entre los incontables reproches y críticas del bipartidismo hacia los partidos emergentes hay mucho de pataleta por perder un sillón que consideraban suyo por derecho y poca tolerancia hacia la decisión de buena parte del pueblo.
A muchos les ha tocado resignarse ante los resultados de elecciones anteriores y en este caso, aun a pesar de algunos, no va a ser una excepción.

Los que esperaban cambios en nuestro panorama político pueden comenzar a vivirlos con esperanza o con miedo. Esas son las armas de los partidos. Ambos sentimientos son libres, pero algo ha comenzado a cambiar. Todavía no sabemos si hacia algo mejor...