jueves, 25 de diciembre de 2014

El significado de la Navidad

Una Navidad más la fe y la tradición nos otorgan múltiples visiones acerca de su celebración...
Muchos, aun alejados de la fe cristiana, en el fondo piensan que si la Navidad no existiera habría que inventarla... Compran adornos, regalos, decoran su hogar con ilusión y se muestran indisimuladamente felices ante la idea de reunirse y cenar con sus seres más queridos.

Esta es sólo una manera de vivir este tiempo... En armonía con las fechas, con la tradición, con el sentimiento que se respira y que a menudo nos contagia.
Otros, por el contrario, viven este periodo del año sin ilusión, pasando de puntillas,  considerándolo una fecha más o incluso sienten una profunda tristeza y nostalgia ante la ausencia de sus familiares.

Es indudable que la familia cobra una especial atención e importancia durante no más de tres días de celebraciones en común. Tal vez la Navidad en muchos casos resulte la excusa perfecta para lograr la unidad no lograda en los primeros 358 días del año...
Envidio sanamente, -si es que esto es posible-, a aquellas familias que se mantienen unidas, que se reunen cualquier fin de semana sentados en una misma mesa, que se llaman por teléfono para interesarse por cada uno, aunque vivan muy cerca unos de otros...
Todos sabemos que esto no siempre responde a nuestras capacidades, pero debiéramos esforzarnos sin reparos en mostrar nuestro amor y cariño, a pesar de la distancia.

Guardo entrañables recuerdos de la Navidad de mi infancia y juventud, algunos especialmente alegres y otros profundamente desconsoladores como el fallecimiento de mi padre, muy reciente en la Navidad del año 92... Mi madre, en un esfuerzo de entereza, así como de amor hacia mi hermano y a mí, quiso que decorásemos como cada año nuestro hogar con el árbol y el nacimiento familiar. Había mucho dolor...pero el amor de mamá y de la familia nos mantenía a flote.
También recuerdo aquella Nochebuena del año 97, en la que tras salir de trabajar en la tienda, tomé el último autobús de la linea regular de esa tarde, que me llevaba a la casa de mis abuelos donde gran parte de mi familia me esperaba...fui el último en llegar. El conductor, consciente de la tremenda carrera que acababa de darme para alcanzar el vehículo a tiempo, abrió las puertas y me dijo sonriendo: -¡Vamos chaval! Hay que cenar con la familia... ¡Feliz Navidad! En el interior del autobús no había un alma que no fuéramos él y yo. Íbamos solos, dos completos desconocidos, pero sus sencillas palabras y su amable naturalidad me hicieron sentir que formábamos parte de la gran familia humana.
He podido observar cómo muchas personas mostramos en este tiempo una amabilidad y cercanía especiales y aunque no sepamos explicarlo, podemos percibir que hay algo que nos mueve y empuja a ser más humanos, generosos y amorosos con los demás.


Talmage en la introducción a su libro "JESÚS, EL CRISTO" afirma: "La historia hace constar que nació en Belén de Judea el Varón Jesús, a quien se puso por sobrenombre el Cristo. Han sido atestiguados tan extensamente los datos principales relacionados con su nacimiento, vida y muerte, que han llegado a considerarse razonablemente incontrovertibles; son hechos históricos, y el mundo civilizado generalmente los acepta como esencialmente auténticos. Es verdad que, en cuanto a detalles circunstanciales, existen diversidades de inferencias basadas sobre discrepancias supuestas en los anales de lo pasado; pero estas diferencias son netamente de importancia menor, porque ninguna de ellas, de por sí, ni todas en conjunto, provocan la más leve duda racional en lo que concierne al carácter histórico de la existencia del Varón conocido en la literatura como Jesús de Nazaret. Con respecto a quién fue, y lo que fue, existen disensiones muy graves que dividen las opiniones de los hombres; y esta divergencia de conceptos y creencias es más notable en esos asuntos considerados como de importancia mayor. Los testimonios solemnes de millones que han muerto, así como de millones que viven, unidamente lo proclaman divino, el Hijo del Dios viviente, el Redentor y Salvador de la raza humana, el Juez Eterno de las almas de los hombres, el Escogido y Ungido del Padre, en una palabra, el Cristo. Hay otros que niegan su divinidad, pero al mismo tiempo ensalzan las cualidades sobresalientes de su naturaleza humana inimitable y sin paralelo."

Un amigo recientemente me mandó la foto que se encuentra al final de mi humilde publicación. Y a propósito de la misma me pidió, confiado él en mi conocimiento, que le explicase el sentido del versículo que aparece bajo la sagrada escena representada.

Y yo lo mejor que pude le respondí: "Un ángel del Señor le anuncia a María el alumbramiento de Jesús, el Mesìas, el Salvador del Mundo. Mientras el espíritu del Señor desciende, en forma de paloma, a fin de soportar la gloria de Dios para que se efectúe ese gran milagro en la mujer elegida por Dios para que nazca el Unigénito, el único hijo de Dios en la carne. De este acontecimiento que cambiaría el curso de la Humanidad, ya profetizaron los elegidos de Dios del Antiguo Testamento siglos antes. María se mostró dispuesta a ser instrumento de Dios y por eso su frase que leísteis. Espero os haya aclarado. Un abrazo familia y besos de Sole". A lo que él me respondió: " Gracias Javi por aclarármelo. Hemos estado hoy en Ugijar y pensaba que te iba a gustar. Estaba en la fuente. Muchos besos para los dos y felices fiestas.
 Mi amigo, sin pretenderlo ni buscarlo, encontró el verdadero significado de la Navidad... Y no sólo eso sino que nos felicitó con casi tres semanas de antelación. Ojalá nuestra alegría por tan sagrado momento pueda anticiparse y acompañarnos durante el próximo año a fin de perdurar en nuestras vidas, más allá incluso de ese árbol navideño del vecino que permanece hasta casi el mes de febrero.


                       


Si somos capaces de sentir el amor de nuestra familia y amigos, ese sentimiento humano que nos mueve a hacer el bien y que nos susurra que somos mucho más que carne y huesos... tal vez estemos más cerca de "descubrir" ese significado, de sentir humilde gratitud y también de saber que Jesucristo es "AMOR" con mayúsculas, que por cada uno de nosotros Él nació y murió...

Esta mi felicitación quizá sea la enésima que reciben, pero sea cual sea su concepto de Jesucristo, les deseo una muy feliz Navidad.







"Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna."    JUAN 3:10

"Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre."    JUAN 10:17-18